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¿Cómo solucionar el problema del prolapso rectal?

Es un problema que suele darse tanto en hombres como en mujeres -sobre todo después de partos vaginales-, especialmente durante el período de la vejez.


El Prolapso Rectal es una afección basada en la salida involuntaria de la parte final del intestino grueso a través del ano. Esta condición puede deberse a diversas causas, tales como la debilidad del músculo rectal, estreñimiento, trabajo duro durante el parto y además, el factor hereditario.



Este problema suele darse tanto en hombres como en mujeres -sobre todo después de partos vaginales-, especialmente durante el período de la vejez. También puede darse este problema en personas con discapacidad intelectual y problemas mentales.



El principal síntoma del Prolapso Rectal es la salida de una masa de color carne media rojiza que sale del ano, sobretodo después de defecar. Esto provoca dolor, ardor y puede haber incluso presencia de sangre en las deposiciones. Estos síntomas son el principal motivo de consulta.



Otros síntomas de esta afección son la incontinencia fecal, la hinchazón permanente, la dificultad para procesar los alimentos en el estómago y dolor en el abdomen. 



Este problema puede ser detectado mediante un examen de tacto rectal y también con una defecografía, examen radiológico que se le hace a la persona mientras defeca, para evaluar los músculos anales y del piso pelviano.



Niveles



Existen tres etapas de severidad del Prolapso Rectal. La primera es llamadaIncompleta y afecta solo la mucosa del recto, en cambio la Completa afecta toda la pared de éste. Mientras que la fase Oculta consiste en que la parte alta del recto baja por el ano, sin salirse. 



Aunque en algunos casos el Prolapso Rectal se puede tratar en casa, la manera más eficiente de tratar esta afección es a través de la cirugía, sobre todo en adultos. El procedimiento se realiza habitualmente bajo anestesia general. 



Cirugía



Esta afección puede ser arreglada mediante una cirugía que tiene varias técnicas, sólo el médico decidirá cual es la más adecuada para el paciente, dependiendo de su condición de salud, edad y avance de la enfermedad. 



Esta intervención puede ser por dos vías distintas: la Abdominal, que consiste en hacer una pequeña incisión en el bajo vientre o por Laparoscopia; o puede ser Perianal, realizando el corte de la cirugía alrededor del ano.



Hay varios tipos de cirugía para tratar esta afección, entre las más comunes se encuentran: 



Rectopexia transabdominal



El propósito de esta cirugía, es asegurar el músculo del recto sin corte del sacro. Las variables de este procedimiento cambian según el paciente.



Cirugía de cerclaje anal



Esta intervención se realiza para pacientes que tienen problemas con la anestesia. La operación consiste en un cocido subcutáneo que rodea la zona del ano, posteriormente se sutura de manera que quede tenso para prevenir un nuevo prolapso. Este procedimiento consiste en situar un material con forma de anillo rodeando la zona anal lo que contiene la salida del intestino. 



Resecciones perianales 



Hay dos versiones, la primera, llamada rectosigmoidectomía perianal, consiste en hacer un corte del intestino sobrante y fijar la parte final del recto al sacro, la segunda llamada procedimiento  de Delmore, es una variación de la anterior, aquí  no se corta el intestino dañado, se disminuye la mucosa y se hace un refuerzo  del piso pélvico mediante la aplicación de una capa de músculos.



Como cualquier cirugía, existe riesgo de infección de la herida, mala cicatrización y dolor que puede ser tratado con analgésicos y antinflamatorios, pero la mayoría de los resultados suele ser favorable y el paciente puede retomar su rutina prontamente. 



El éxito de la cirugía dependerá en parte de la corrección alcanzada en los músculos del esfínter rectal. Asimismo, una dieta equilibrada y evitar el abuso de sustancias como el alcohol y el cigarro también pueden ayudar a evitar que se regenere esta condición. 



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