Un equipo de científicos plantea un nuevo método para controlar el “apetito hedónico” y perder peso a largo plazo: comer alimentos duros. Los resultados de su investigación, publicada en la revista PLOS ONE, revelaron que la textura (y en concreto, la dureza) de los alimentos juega un papel decisivo en la sensación de saciedad que nos genera su ingesta.
La puesta en marcha de este trabajo se vio motivada por la creciente epidemia de obesidad observada en las últimas décadas y la necesidad de concienciar a la población sobre los alimentos más saludables, pero también sobre la forma idónea de consumirlos, reseñó el sitio web Muy Interesante.
En su análisis, los científicos sometieron a medio centenar de personas de entre 21 y 24 años a una dieta basada en hamburguesas y arroz con verduras, las cuales se sirvieron el primer día hervidas y blandas, y el segundo, crudas y duras. Cuando los participantes tomaron el almuerzo más sólido consumieron cerca de 90 calorías menos de promedio, una caída de alrededor del 13 por ciento en comparación con el almuerzo suave del segundo día.
Estos además tomaron la misma cantidad de alimento durante la cena en ambas ocasiones, por lo que no necesitaron compensar la baja dosis energética ingerida a mediodía con un atracón nocturno.
En vista de los resultados, la consistencia de los alimentos podría ser una herramienta útil en la reducción de la ingesta diaria de grasas y azúcares más allá de nuestras necesidades energéticas y en la pérdida de peso a largo plazo.
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