Un raro trastorno metabólico conocido como enfermedad del jarabe de arce, que le estimula una acumulación dañina de aminoácidos en la sangre y estaba afectando el cerebro de una niña.
El disturbio toma su nombre del hecho de que la orina tiene un olor que recuerda al del jarabe de arce.
Según los padres de Poppy, un análisis prematuro habría hecho una gran discrepancia en la vida de su hija.
"Realmente habría ayudado. Nos habría ahorrado un montón de preocupación", indicó Samantha Bell-Minogue.
Al contrario, no fue hasta que Poppy, de Ilkeston en Derbyshire, Inlgaterra, apaleó una infección de pecho que la familia empezó a notar que algo no estaba bien.
A pesar de ser frecuentada con antibióticos, desplegó otros problemas tales como debilidad muscular y agitación constante.
Los indicios se desvanecieron cuando ella desistió de tomar los medicamentos, pero luego justo antes de su primer cumpleaños otra infección incitó convulsiones preocupantes.
Nve24
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