Prohibido durante el embarazo
El embarazo no debe considerarse una enfermedad. Aunque pueden aparecen molestias (vómitos, insomnio, lumbalgia, estreñimiento…), la mayoría de las mujeres no tienen complicaciones en esta etapa y puede llevar una vida absolutamente normal.
No obstante, hay ciertos factores a los que se debe prestar atención porque pueden resultar muy perjudiciales para la salud de la madre y del feto.
Aquí te presentamos las 10 cosas prohibidas para la embarazada que debes evitar:
Fumar
Un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) pone de relieve que más de la mitad de las mujeres fumadoras continúan con esta adicción a los cuatro meses de gestación, lo que resulta dañino porque puede acarrear complicaciones durante el parto (parto prematuro) y problemas de salud para el bebé.
Estos expertos consideran beneficioso abandonar el tabaco de forma radical durante este periodo. En su opinión, no tiene razón de ser el argumento tan escuchado de que es preferible que la mujer se fume un cigarro a que tenga estrés por la abstinencia.
Igualmente, consumir otro tipo de drogas recreativas es perjudicial para la madre, pero también perjudican al bebé porque sus componentes nocivos pueden llegar al feto a través de la placenta. Si la embarazada consume cocaína, marihuana, heroína, etcétera, debe informar a su ginecólogo para que la oriente sobre lo que se debe hacer. En cualquier caso, es obvio que el primer paso será abandonar estas sustancias.
2.
Beber alcohol
Consumir bebidas alcohólicas durante el embarazo puede provocar daños en el desarrollo físico y mental del bebé, ya que esta sustancia llega al feto a través de la placenta. Como consecuencia, el niño puede pesar menos al nacer, crecer más despacio o presentar problemas congénitos.
Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), lo ideal es obviar el alcohol antes, durante y después del embarazo (en la lactancia), porque no se sabe en qué momento afecta más al bebé. Asimismo, se desconoce si hay una cantidad mínima de riesgo, por lo que lo mejor es evitarlo del todo.
A pesar de ello, las mujeres que ignoraban que estaban embarazadas y hayan consumido alcohol de forma moderada los primeros 15 días de la gestación, no deben angustiarse porque es muy difícil que el embrión se haya visto perjudicado.
3.
Viajar sin consentimiento médico
Antes de realizar cualquier viaje, es recomendable que la embarazada pida consejo a su ginecólogo, sobre todo si se trata de trayectos largos y a países que requieran de vacunación.
El segundo trimestre es el más seguro para viajar, pero si la mujer se encuentra en buen estado podrá hacerlo hasta incluso un mes antes del parto.
Es importante saber que hay compañías aéreas que requieren un certificado médico a las embarazas de seis meses o más.
4.
Practicar ejercicio físico extenuante
Realizar alguna actividad física ayuda a estar en forma, evita algunas molestias, como la lumbalgia, y facilita el parto. Sin embargo, no todos los ejercicios físicos durante el embarazo son aptos.
Se desaconsejan aquellos que requieran mayor esfuerzo físico como el footing, montar en bici o cualquier otro tipo de deporte que provoque a la mujer exceso de contracciones o un cansancio excesivo.
Se debe comenzar y acabar siempre con ejercicios de calentamiento para preparar los músculos y articulaciones, evitar lesiones y recuperarse mejor.
5.
Exponerse a altas temperaturas
A todas nos gustan los baños calientes, ir a la sauna, etcétera. Sin embargo, no es conveniente que la gestante se bañe con agua muy caliente y utilice saunas, porque las altas temperaturas producen excesiva vasodilatación y, como consecuencia, mareos y desmayos. Asimismo, es contraproducente para el bebé.
Por el contrario, puede hacerse uso del jacuzzi hasta un mes antes del parto, siempre que el agua no esté muy caliente y los chorros no den directamente en el abdomen.
Bañarse 15 días antes de la probable fecha del parto
En esta etapa es mejor ducharse, porque el tapón mucoso puede ablandarse y provocar que rompa aguas. Tampoco está recomendado si se comienza con las contracciones del parto o una vez se haya roto aguas.
7.
Comer carne poco cocinada o embutidos
Seguro que habéis oído hablar de la toxoplasmosis. Esta infección, producida por un parásito que suele estar presente en algunas aves y mamíferos, no tiene mayor importancia fuera del embarazo (los síntomas son parecidos a un resfriado leve), pero durante la gestación puede provocar malformaciones, e incluso el aborto en los primeros meses. Para prevenirla, los ginecólogos recomiendan que se tome la carne frita, asada o cocida muy hecha, y los embutidos cocidos.
Por esta misma razón, también es aconsejable lavar muy bien las verduras frescas antes de comerlas, sobre todo si crecen cerca del suelo (lechuga, tomates, pepinos), y evitar el contacto con gatos, especialmente con sus heces, principal foco de infección.
8.
Tomar ciertos medicamentos
Los medicamentos durante el embarazo puede conllevar riesgos para el feto. No obstante, hay fármacos que son seguros, como el paracetamol. También los antiinflamatorios comunes (ibuprofeno o naproxeno) pueden consumirse durante los dos primeros trimestres, pero no en el último.
Entre los que están totalmente contraindicados se encuentran algunos preparados hormonales, determinados antihipertensivos, incluso derivados de la vitamina A (retinol) que se emplean en el tratamiento del acné.
En caso de que la mujer siga algún tratamiento, debería consultar a su médico cuanto antes para asegurarse de que no interfiera en el buen desarrollo de la gestación.
9.
Someterse a rayos X
De hecho, una embarazada ni si quiera debería acompañar a alguien que vaya a hacerse una radiografía, por ejemplo. Las dosis que se emplean en las radiografías más habituales no son tan elevadas como para afectar al bebé, pero lo adecuado es que la gestante informe al profesional sanitario de su estado para que, en caso de que la prueba sea ineludible, aplique la menor dosis, en el menor tiempo posible y proteja las zonas más sensibles, como el abdomen o la pelvis.
10.
Exponerse a distintos tóxicos
Aunque no existen evidencias científicas que especifiquen que la exposición a los productos de limpieza y otros tóxicos tenga efectos directos negativos en el desarrollo del embarazo y la evolución del embrión, muchos ginecólogos aconsejan a las gestantes evitar el contacto con sustancias como los plaguicidas, insesticidas, el amoniaco mezclado con detergente (juntos despiden gases perjudiciales), limpiadores de horno, triclosán, etcétera.
Para limpiar se debe optar por detergentes naturales; además se tienen que emplear mascarillas y guantes de goma con el fin de protegerse. También hay que procurar que haya buena ventilación.
En el caso de tener que utilizar repelentes, es conveniente elegir aquellos que están dirigidos a niños, ya que son menos dañinos.
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